Lanzamiento de Quai d’Orsay Robusto Diplomático ER 2015 en la embajada de Cuba en Paris.
Una vez más la marca reúne las dos naciones alrededor de la pasión por los cigarros. Creada en los años 70, Quai d’Orsay fue la respuesta de Cubatabaco a los deseos de Valéry Giscard d’Estaing de crear un gran tabaco según la idea francesa del buen gusto y del refinamiento. Cuatro décadas más tarde, el 26 de noviembre de 2015, un centenar de diplomáticos, parlamentarios, periodistas, profesionales y aficionados cubanos y franceses se reunieron para celebrar la llegada de la nueva vitola de la gama, bautizada Robusto Diplomático.
«Su excelencia Héctor Igarza Cabrera ha acogido amablemente el evento en la embajada», indica Antoine Bathie, Director de Seita Cigarros, que distribuye en Francia los [tippy title="Habanos"]La Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) que ampara a los mejores marcas elaboradas en Cuba con los requisitos más exigentes establecidos por el Consejo Regulador, con tabacos cultivados únicamente en ciertas áreas de la isla también protegidas como Denominaciónes de Origen.[/tippy] Quai d’Orsay y Jose L. Piedra. «Hemos tenido igualmente el placer y el honor de recibir a Nikos Aliagas y su exposición fotográfica: Caras de Cuba»
El Quai d’Orsay Robusto Diplomático (127 x 19 mm, cepo 48) ha sido torcido a mano en Cuba en 2015. Los invitados lo han podido degustar en primicia, recién llegado de la Habana en estuches de 10 tabacos, de los cuales sólo 7000 ejemplares han sido fabricados y numerados. Marcados con el sello indicativo Habanos, sólo están disponibles en Francia.
La liga Quai d’Orsay es conocida por ser una de las más suaves de la isla, y se distingue por sus notas de maderas preciosas y pasteleras como la miel, la vainilla y la avellana. Debido a su reciente torcido, los aficionados han identificado también un bello bouquet de flores secas y un final satisfactorio con notas terrosas.
Encendido entre mojitos Havana Club y copas de Champán, el maridaje ha sido un éxito. Tal y como el de Quai d’Orsay que asocia el saber hacer cubano y el ‘art de vivre’ a la francesa.